En el ámbito del deporte se tiene la idea dualista de considerar mente y cuerpo como dos entidades bien diferenciadas, El estrés que genera el entrenamiento y la competición puede alterar el estado emocional y en dicho continuo modificar parámetros bioquímicos, biomecánicas, de fuerza, velocidad, potencia etc.
Por lo tanto es obvio que hay una interacción de subsistemas y no una mera suma de los mismos. Las bases psicológicas que mejoran el rendimiento deportivo las podemos clasificar en:
1) Motivación: Muchos autores señalan que la naturaleza de la motivación no es solo una, sino que va asociada a otras, ejemplo: Mejorar físicamente, perder peso, desafío personal, diversión etc.
2) Adicción positiva: Sensaciones y pensamientos que aportan bienestar psicológico.
3) Adicción negativa: Se refiere a trastornos como ansiedad, tención, que producen con el tiempo síndrome de sobre entrenamiento.
4) Estilos de atención: Asociación, disociación.
5) Zona de óptimo rendimiento.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado en que debemos pensar cuando estamos corriendo? Cuando realizamos carrera continua es fácil evadirse, pero cuando realizamos series o cambios de ritmó el tema se complica, por ello hay una serie de entrenamientos que son obligados para aquellos que quieran mejorar su rendimiento.
Asociación, disociación: Esta técnica es bastante utilizada entre los corredores europeos y consiste en intercalar series, minutos o kilómetros durante los entrenamientos, asociando que consiste en prestar atención a variables como técnica, ritmo, frecuencia cardiaca, sensaciones generales, contrincantes y sentimientos o Disociando es evadirse por completo, enfocando los pensamientos en el paisaje, trabajo, es decir en variables externas. Mi experiencia me dice que una mezcla de ambos es lo más rentable, a la hora de entrenar sobre todo en los Mesociclos iníciales de la temporada. Aunque a la hora de competir no hay duda y así lo demuestran numerosos estudios científicos, de que el mejor método es la asociación, que nos aporta niveles de concentración óptimos para afrontar dichos retos. Por todo esto hay actividades aleatorias que nos facilitarán estos entrenamientos mentales, como:
Respiración y meditación: Una respiración correcta no solo te ayuda a relajarte sino que mejora tu actuación deportiva al oxigenar la sangre, transferir energía al cerebro, nervios y músculos. Por lo que revisar la respiración antes de cualquier competición debe formar parte de tu rutina precompetitiva.
Si estas intentando lograr un gran resultado y no eres capaz de visualizarlo, será pura casualidad que lo consigas. Sin embargo si imaginas tu objetivo y de verdad te ves a ti mismo lograrlo, entonces ya tienes una meta clara a la que apuntar, y una probabilidad muy alta de que consigas la victoria que pretendes.
Fuente: Mirca Sport
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